Muchas veces me encontraba mirando el horizonte desde las ventanas y las paredes de los lugares donde vivía y en muchos de esos lugares no podía tener felicidad continua, siempre buscaba algo más, y esto terminaba por hacerme muchas veces en agonía tratando de entender la vida en busca del camino perfecto. Desde pequeña siempre he sido muy observadora y sabía lo que debía hacer bien para ser cada día mejor persona y así lo hice a lo largo de los años…observando, ¡observando mucho!
En la vida siempre queremos tener acceso a cosas buenas, tener dinero, tener trabajo y mucho más. Yo no fui diferente. Siempre traté de seguir al rebaño, haciendo lo que decían que era correcto, estudiaba, hacía el mismo camino de casa al colegio y en mi tiempo libre jugaba mi juego favorito. Resulta que con el paso del tiempo siempre miraba el horizonte desde las ventanas y las paredes donde vivía y le preguntaba a Dios si algún día sería completamente feliz, si tendría el trabajo que me gustaba, si tendría una casa o incluso pregunté dónde estaría dentro de unos 10 años, quería un letrero, una luz intermitente o algo así, pero no tenía respuestas. Hay ateos en el mundo y los respeto, pero como cristiano la fe me ayudó mucho en momentos en los que me sentía sola y, a pesar de no tener una religión, siempre he llevado la fe al lado espiritual y siempre me he entregado por completo. De este modo.
Imagen: Divulgación/WikiCommons
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Lo único que aprendí desde mi infancia hasta mis días más maduros es que todo puede tener consecuencias. Mira, si mi madre no conociera a mi padre nunca los tendría a ambos como mis padres, ¿verdad? En otras palabras, si eso sucediera, podría haber tenido cualquier otro camino como ellos. Siempre he creído que las personas que nos rodean nos dicen un poco de quiénes somos y qué queremos y, además, hacia dónde nos dirigimos en nuestros estudios, entretenimiento, comunicación, etc. Si eres una persona que busca vivir en un lugar inhóspito y con entretenimiento de mala calidad, puedes estar seguro de que te llevarás muy bien con personas que buscan lo mismo.
¿Recuerdas las ventanas y paredes de las que hablé anteriormente? Entonces, siempre traté de tener una vida mejor basada en mis principios y siempre me encontraba hablando con Dios y diciendo mis oraciones y nunca obtuve respuesta, ¿verdad? Bueno, en la vida es más obvio de lo que parece cuando se quiere tener una mejor calidad de vida, primero debemos soltar aquello que nos deja anclados en lo que no nos llena y nos impide progresar.
La consecuencia de la que hablé anteriormente es exactamente esa, trata de encontrar formas que te hagan desapegarte de la mala calidad de vida que llevas. La fe te mantendrá fuerte, pero la fe por sí sola no es suficiente. Hagas lo que hagas, busca formas de mejorar tu calidad de vida y no esperes a que las cosas caigan del cielo, mantente fuerte y haz que la vida valga la pena.
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