Brasil necesita una figura que se sienta orgullosa de ser brasileña, creo que todos los brasileños extrañamos eso. Ayrton Senna, para mí, es el mayor ídolo del deporte nacional. Nací en el año 2000, lamentablemente no tuve la oportunidad de verlo correr, ser aclamado y querido por su gente, lamentablemente seguí todo por internet, documentales y todo lo demás. Yo creo que Senna desde el inicio de su carrera, en Kart, mostró muchas ganas de ganar, de ganar, no solo profesionalmente sino también en la vida. Senna ya demostró ser patriota al portar un casco con los colores de Brasil. Cuando Ayrton Senna corrió para Lotus en Detroit, Brasil había perdido un partido de la Copa del Mundo y estaba fuera de la competencia, así que buscó una bandera brasileña en las gradas y la tomó en su mano celebrando su victoria y esa imagen terminó jugando Brasil, allí inició un gesto que quedaría para siempre en la memoria de todos los brasileños.
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Para mí, lo que le falta a Brasil es una conexión, una forma de saber que todos estamos en el mismo barco, que debemos estar unidos y buscar siempre lo mejor para nuestra nación. Ayrton Senna me demostró que sin importar nuestra posición social, siempre debemos perseguir nuestras metas con mucha voluntad, mucha fe… que algún día lo lograremos. En la época de Ayrton Senna, el país estaba pasando por momentos difíciles, es decir, nada diferente a lo que es hoy, ¿no? Pero si hoy tuviéramos a alguien que, al menos, se acercara a la imagen de Senna, sin duda tendríamos un poco de alegría en este momento de caos que tenemos hoy.
Participé en el podcast “Papo Amigo” y en él hablo un poco más de Ayrton Senna, escucha:
El brasileño solo acepta un título si es campeón. Y soy brasileño. - Ayrton Senna
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